viernes, 28 de agosto de 2009

Consolas en tu PC

Si no tuviste la oportunidad (como yo tampoco la tuve) de coleccionar desde peque esas consolas legendarias que revolucionaron el concepto de videojuegos hoy en día, tienes de dos opciones: tratar de conseguirlas, o instalar emuladores de dichas consolas.

¿Que es un emulador? Según la Wikipedia, un emulador es un software que permite ejecutar programas de computadora o videojuegos en una plataforma. Los emuladores de los que voy a hacer referencia son de aquellos que permiten ejecutar videojuegos en la computadora; no me refiero a juegos típicos de PC como buscaminas (y digo típicos porque como ustedes sabrán existen otros juegos desarrollados para PC que son de la misma calidad de los de consola), sino a aútenticos videojuegos de varios tipos de consolas, como las consolas NES, SNES, N64, PS1, GBA, NDS, Sega Dreamcast... y un largo etcétera.

Tal vez alguno de ustedes ya sepan sobre ellos, pero de todos modos me dirigiré a aquél que desconoce sobre ellos. Con un emulador puedes reproducir en tu PC videojuegos dependiendo del tipo de emulador que instales. Por ejemplo, si tu deseas jugar en tu computadora clásicos de NES como Mario 1 o Zelda 2 deberás bajar un emulador para juegos de NES; si en cambio deseas jugar títulos de SNES como Demon´s Crest o Megaman X deberás bajar un emulador para juegos de SNES... y así sucesivamente dependiendo del título que desees jugar, será el tipo de emulador que bajarás. Como ves, no tiene mayor chiste la explicación para usar un emulador.

Su instalación es bastante sencilla, como con cualquier otro programa de computadora, no requiere explicación. Casi todos (si no es que todos) son freeware, es decir, no tienen licencia; por lo tanto no tendrás que preocuparte por pagarlos (excepto si los bajas de páginas web donde te piden que les envíes un mensaje de texto para darte una clave y así, supuestamente, puedas bajarlos sin virus) ni tampoco por esos engorrosos tiempos limitados de prueba. Una vez instalados el programa es prácticamente tuyo.

Los emuladores no suelen pesar demasiado, y de hecho algunos pesan casi lo mismo que una imagen; algunos emuladores para NES, por ejemplo, no exceden de los 400 Kb. Eso sí, les digo una cosa: el peso de un emulador es inversamente proporcional al tiempo de antigüedad que tiene una consola. Dicho sea de otro modo, entre mayor tiempo de antigüedad tenga la consola menor será el peso del emulador, entre menor tiempo de antigüedad tenga la consola mayor será el peso del emulador. Como el NES es de un tiempo considerable de antigüedad (de aproximadamente la segunda mitad de los años 80) el peso de su emulador será muy mínimo, pero si queremos jugar un videojuego perteneciente a una consola de poco tiempo de antigüedad como el PS2 tendremos que bajar un emulador para PS2; como el PS2 es de un tiempo relativamente corto-mediano de antigüedad el emulador pesará un poco más, a veces dicho peso oscila entre 2.5 y 3 Mb.

Así mismo, los requisitos para instalar determinado emulador varían según su tipo. Los emuladores para juegos de SNES, por ejemplo, requieren de requisitos mínimos, casi cualquier computadora puede soportar un emulador de SNES con sus respectivos Roms (que son los videojuegos, pero que de ellos hablaré en otro post continuación de éste). Pero, si deseamos instalar un emulador para juegos de Wii (pertenecientes a esta generación actual de "guerra de consolas"), por ejemplo, evidentemente los requisitos de sistema aumentan y entre más moderna sea tu computadora mucho mejor.

Particularmente yo opto por instalar emuladores pertenecientes a las consolas clásicas y no me inclinaría por emuladores de consolas de reciente o mediana aparición. En primer lugar porque siempre será mejor jugar un videojuego en su respectiva consola original. En segundo lugar porque algunos títulos buenos para consolas clásicas son difíciles o casi imposible de conseguir por varias razones: porque no salieron a la venta en nuestro país por "X" o "Y" razón, porque simplemente ya no es posible conseguirlos debido a que se agotaron las existencias, porque fueron "muy censurados" debido a que sucitaron "controversia" en su tiempo, porque son "demasiado antiguos" para conseguirlos ahora, o simplemente porque nos da flojera andar buscándolos y buscándolos. En tercer lugar por la cuestión de los roms... los roms (o sea, los videojuegos que reproduce el emulador) de las consolas clásicas pesan una ridiculez: los de NES pocas veces exceden de los 200 kb, rara vez de los 300 kb y casi nunca, en realidad muy escasamente, de los 400 kb; en cambio, los isos (los roms de la Playstation) para la PS2 fácilmente suelen exceder de los 15 Gigas... son unos monstruononones.

Por último, existen diversas opciones en emuladores para la consola que buscamos reproducir en nuestra PC. Por ejemplo, tenemos hasta 12 opciones en emuladores para reproducir en la PC videojuegos de N64, mientras que para reproducir videojuegos de Playstation 1 existen hasta 7 opciones de emuladores para escoger. De nosotros dependerá escoger el que gustemos; voy a dar unos cuantas recomendaciones en emuladores al respecto:

Para reproducir juegos de NES les recomiendo personalmente el VirtualNES.
Para reproducir juegos de SNES les recomiendo personalmente el Zsnesw.
Para reproducir juegos de N64 (como habrán notado soy un poco más nintendero, aunque últimamente me he visto obligado a cambiar hacia Sony y hacia juegos desarrollados para PC) les recomiendo personalmente el Project64 1.6

Son mis recomendaciones en emuladores para esas tres consolas; para terminar ¿Donde podemos encontrarlos? ¿Donde podemos escogerlos? ¿Y de donde podemos descargarlos? Bien, aquí les linkeo una página muy buena donde vienen todos los tipos de emuladores para casi todas las consolas, desde las más antigüas hasta las más recientes... pinchen aquí mismo.

En el próximo post hablaré sobre como configurar un emulador para comenzar a usarlo.

sábado, 15 de agosto de 2009

Paisajes

Ya les he compartido algo sobre mis gustos en personajes ficticios; ya les he compartido parte (per aún no todo) de mis fantasías eróticas; ya les he compartido algo de mis pensamientos. Hoy toca hablarles un poco sobre paisajes.

En primer lugar, y muy personalmente, no me gustan los paisajes secos desérticos... demasiado calor; asi que cuando tenga mi completa independencia financiera (y si no nos llega los cambios severos de clima predecidos por los científicos para los próximos años) me pintaré de colores de aquí, del norte de México y emigraré hacia mejores tierras (climática y moralmente hablando).

A veces me vislumbro en la fría y muy acogedora Escocia, visitando castillos, sentado sobre una amplia y verde colina contemplando sus oscuros y fríos paisajes, disfrutando de la enigmática y relajador paisaje nocturno; toda una experiencia bohemia para mí.


O me gustaría la siempre liberalista y amable Suecia; me gustaría tener un pequeño departamento en la gran ciudad, limpia y cuidada de Estocolmo o Goteborg, o una pequeña casa en el agua como la que muestra la fotografía. Me agradaría tener una cabaña en lo recóndito de sus paisajes nevados, disfrutar del calor que emana de la chimenea, beber una buena taza de chocolate caliente mientras esucho el único sonido que puede relajarme al instante: el crepitar del fuego; me agradaría pasar con mi chico (por supuesto, cuando tenga novio porque ahora no tengo...) días románticos frente a esa chimenea, acostados el uno junto del otro, sobra colchas mientras me abraza tiernamente; me gustaría organizar fiestas navideñas en grande en dicha cabaña, el 24 de diciembre, el 25 de diciembre y el 31 de diciembre, invitar a todos mis amigos y a sus respectivas parejas a pasar la noche buena, navidad y año nuevo en esos paisajes nevados suecos, compartir con ellos la alegría efusiva que producen los muérdagos, las luces navideñas que adornan los árboles, los regalos, el ponche, las copas, el pavo, las "margaritas", las sonrisas, la unión...



O en la siempre helada, con un toque nórdico, rústico y con paisajes variados Islandia. En ese sitio suelo imaginarme viviendo en sus puertos, cercano a ellos, en una casita rústica, modesta, humilde, típica de los desembarcaderos: hecha de madera, entre una calle cubierta del aroma del mar y entre callejones de casas y negocios similares, con una lámpara de aceite iluminando el exterior, con dos cuartos: uno lo suficientemente amplio para albergar una pequeña cocineta, la humilde estancia con sus muebles modestos pero cómodos y el comedor, hecho completamente de madera parcialmente barnizada, no lijada; y otro para albergar mi cama, mi mesita de noche y un pequeño escritorio.



O en la diversa, inclusiva, fría y hospitalaria Canadá. Probablemente Toronto. En ese país me imaginó a mí solo (o acompañado del chico que podría ser mi pareja) recorriendo la ciudad de noche: de compras, en cafés, en puertos, con los amigos cercanos disfrutando de la velada en alguna casa, y en general observando la imponencia de sus puertos mientras me abraza...


O, por último, en la liberal y siempre otoñal Vermont, en EUA. Personalmente ahí me gustaría tener una casa en el campo, para disfrutar de sus verdes praderas adornadas con las distintas tonalidades de los follajes de sus árboles. Pasar los otoños ahí, solo o en compañía de quién será mi pareja (y, por alguna extraña razón que hasta la fecha desconozco, pero se me antojaría enormemente celebrar Halloween en Vermont, jeje)


En diferentes países, en diferentes situaciones; casi todos de clima frío... amo la naturaleza.

viernes, 7 de agosto de 2009

Twisted Nerve

Adoré esa canción, parte del soundtrack de Kill Bill, la primera vez que la escuché; silbada por la 4ta villana en la lista de la "Mamba Negra" para ser asesinada, Elle Driver. Realmente el ritmo me hace sentir como un auténtico villano, jejeje :-P



Elle Driver, mi villana favorita; solo antes de O Ren I - Shii.

martes, 4 de agosto de 2009

Fetiches

Probablemente mi fetiche con el resto de los chicos sean los uniformes; desconozco el origen de mi fetiche (y realmente no me interesa saberlo), pero particularmente y desde que me reconocí (ojo, no desde que me asumí, sino desde que me reconocí; son cosas distintas: me reconocí desde casi peque, y me asumí o acepté tiempo después) gay he sentido una fuerte atracción especialmente hacia los hombres uniformados.

Cada cuál tiene su propio fetiche, este es el mío:










Tengan buen día.